Cuando los hidalgos británicos corren a los zorros por la verdes lomas de Surrrey, pegan gritos de “yoicks” para estimular a sus perros; a su vez los judíos gritan “antisemitismo” para alentar a sus perros. Las voces de “yoicks” aterran al zorro; “antisemitismo” es lo que sirve para aterrar a la oposición al Nuevo Orden Mundial. Es el equivalente de una bula papal declarando la cruzada contra los herejes.
Como una enfermedad contagiosa, van regando el odio cada vez más lejos. Los iraquíes defendieron a los palestinos, y fue invadida su tierra. El último enemigo de los sionistas es Francia, porque los franceses se han atrevido a oponerse a sus planes de conquista de Irak. En la verde calle donde vivo, un gran Chevrolet parqueado lleva una pegatina que reza : “Después de Irak, Chirac”. Las últimas entregas de los diarios israelíes están llenas hasta el tope de reportajes y ensayos contra los franceses. Y cada vez que los judíos no consiguen lo que quieren, levantan el espectro del supuesto “antisemitismo” de sus adversarios.
Y resulta que ahora los cazadores han recibido el apoyo inesperado del destacado intelectual cubano Lisandro Otero. Era de esperar que un escritor de la Isla de la Libertad llamara a la solidaridad con el pueblo de Palestina, de Irak, y de Francia. Él podría entender que el tema del antisemitismo francés está orquestado por las mismas fuerzas que hace apenas unos meses atrás han desatado su campaña anticubana.
Pero Otero ha preferido ladrar con los perros, en vez de correr con los zorros. En un artículo regado por los medios cubanos, el escritor exdisidente repite las acusaciones estandardizadas de los sionistas en contra de Francia. Después de repetir de los dientes para fuera la letanía que complace a los sionistas de izquierda en términos de “ política de exterminio de los palestinos practicada por el sangriento Ariel Sharon”, escribe : “Los ataques contra los judíos han aumentado de manera alarmante en Francia…. Muchas de estas agresiones son protagonizadas por musulmanes, de los cuales hay en Francia entre cuatro y cinco millones” . Esto no es muy políticamente correcto que digamos, es más bien una generalización francamente racista, pero es que “el racismo antiárabe está tan difundido que ya no se nota; posiblemente sea la única forma de racismo que se ha mantenido, y se considera legítimo”, según las palabras de Noam Chomsky, ¡ tan legítimo que Otero se vale de él sin darse cuenta!
Para el caso de que el escritor cubano Otero sea un hombre sincero que se ha dejado engañar por los medios sionistas, vamos a referirnos brevemente a su alegato. Ni un judío ha sido muerto o severamente herido en Francia en los últimos diez años, mientras en el mismo período las pandillas paramilitares sionistas del Betar creadas por el fascista adorador de Mussolini y judío Jabotinski atacaba y hería a docenas de antisionistas y musulmanes en las calles de París y Marsella. En Francia, centenares de musulmanes han sido heridos y muertos en ataques racistas frecuentemente llevados a cabo por los aliados fascistas de los sionistas.
En el Estado judío, a los musulmanes palestinos se les prohíbe orar en el lugar sagrado que el la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén; el ejército judío les impidió a los palestinos cristianos llegar hasta el Santo Sepulcro en esta última Pascua de Semana Santa. Pero en Francia, no solamente se protege el culto judío; los judíos franceses incluso han celebrado los “logros” sangrientos del ejército israelí. A cada rato, la policía y los escuadrones “antiterroristas” registran y allanan las mezquitas en Francia y en otros lugares de Europa; sería de veras un milagro si las sinagogas les garantizasen inmunidad total a los sionistas. Esto podría suceder si las sinagogas se limitaran estrictamente a la práctica religiosa y se mantuvieran apartadas de los temas políticos, pero los sionistas usan los centros de la comunidad judía y las sinagogas en Francia como viveros para reclutar; allí es donde colectan dinero para edificar el Muro, allí es donde movilizan a los judíos franceses para que peleen por el estado judío y apoyen la intervención estadounidense en Iraq.
Lisandro Otero podría leer un artículo revelador del filósofo judío canadiense, el profesor Michael Neumann, quien compara la cobertura mediática sobre los ataques a propiedades judías y no judías. “Cuando aparecieron pintadas en las paredes de viviendas judías, el Globe y el Toronto Mail le dedicaron la tercera parte de la primera plana, con una foto que cubría la mitad del espacio superior (el 17 de marzo pasado), y el cuento seguía en página 8. Yo, en tanto que judío que me he dado cuenta de que el antisemitismo da lugar a muchas manipulaciones con fines políticos, me preguntaba por qué le daban tanta importancia a este suceso. Cuando un centro islámico de Pickering recibió pintadas y fue incendiado –prender fuego a un lugar es un crimen más grave que escribir unos graffiti- el relato apareció en lo último de la página 12, el 26 de marzo. Apenas si ocupó algo más de espacio que la continuación, página 8 del relato sobre antisemitismo”. Y concluye Neumann : los informes sobre crímenes por odio en contra de judíos y otros grupos étnicos significan que los judíos son importantes, pero los demás, en absoluto.
Dicho de otra manera, el barullo aquél sobre el “antisemitismo francés” está hecho a base de espejos, los espejos que agrandan y distorsionan, que son los de los medios harto judíos. Nada nuevo en este tema : hace cien años, en medio de los reportajes sobre la racha del “antisemitismo ruso”, un escritor ruso, Alexander Kuprin, amigo de los judíos, le escribió a uno de sus amigos escritores :
“En una tribu de diez mil personas del extremo norte los nativos se cortaron el pescuezo ellos mismos porque el ciervo que tenían se murió. Los campesinos de Samara comen tierra porque se mueren de hambre. Polonia ha sido devorada, la encantadora Crimea convertida en prostíbulo, la antigua agricultura del Asia central asolada sin piedad, pero en medio de este océano de maldad, injusticia, violencia y dolor, nosotros, los escritores rusos, gritamos acerca de las limitaciones que se les imponen a los dentistas judíos”.
Lisandro Otero se arriesga a sumar dos mil años de relaciones judeo-cristianas según el evangelio sionista : “Al convertirse al Cristianismo el emperador Constantino prohibió, bajo pena de muerte, las prácticas judaicas. Justiniano prohibió la construcción de sinagogas…. El triunfo del Cristianismo en Europa condujo a institucionalizar la segregación racial de los judíos…” Sé razonable, Lisandro! La iglesia anegó en sangre las herejías albigense y arianista, destruyó a los druidas y otros cultos no-cristianos en Europa, bautizó a los eslavos y pueblos bálticos por el fuego y la espalda; ¿acaso piensas que no hubiera sido capaz de eliminar a los judíos si quisiera hacerlo? El concepto de “segregación racial” era totalmente ajeno a la cristiandad, y muchos judíos conversos llegaron a obispos y santos de la Iglesia, desde Torquemada hasta san Juan de Dios. Por otra parte, la segregación racial es un precepto de la fe judía que prohíbe a sus seguidores mezclarse con no judíos. Lo vemos aplicado en el Estado judío, donde los no judíos están emparedados detrás del Muro de Sharon; y el matrimonio mixto no está permitido.
La idea sionista de “persecución sin fin de los judíos” fue inventada para someter a los descendientes de la casta medieval judía y movilizarlos para las metas que les convenían a las elites judías. Ocasionó la aparición de tendencias paranoides entre los judíos. Si tú eres un amigo de los judíos, no alimentes esta paranoia! El antisemitismo no existe, Lisandro. Los judíos están a salvo dondequiera, tan seguros como cualquiera en este peligrosísimo planeta; tan seguros como tú en tu Cuba bloqueada, mucho más seguros que los palestinos en Palestina, los iraquíes en Iraq y los árabes en Estados Unidos o en Francia.
El destino judío no me preocupa, porque no corre peligro. El futuro de Cuba sí que me preocupa. Tu carta es una señal escalofriante de que la intelectualidad cubana está lista para someterse al Nuevo Orden Mundial. Yo he visto esta defunción en la Unión soviética de Gorbachov, cuando el desmantelamiento del socialismo empezó por discursos sobre el “antisemitismo”. Los promotores de este paradigma habían establecido relaciones con Israel, con el establishment judío en los Estados Unidos y así fue cómo ayudaron a Yeltsin a tomar el poder. Los periodistas occidentales basados en Moscú habían llenado la cabeza a sus lectores con informes sobre “el creciente antisemitismo” y los pogromes que se venían. Los soviéticos no podían siquiera entender la acusación, porque la Unión Soviética nunca conoció racismo de ningún tipo. Pero los judíos soviéticos se asustaron con dichos informes carentes de base pero constantemente repetidos. Más de un millón de ellos hicieron cola frente a la embajada israelí; ahora está edificando el Muro para emparedar a los niños de Bethania. Este proceso migratorio facilitó el colapso de la Unión Soviética, y le dio la riqueza nacional del pueblo soviético al gang de unos pocos mafiosos mayormente judíos en íntima relación con sus parientes y socios estadounidenses.
Se observó el mismo fenómeno en otros países socialistas de Europa oriental. Un influyente agente del Mossad, el dueño de medios Robert Maxwell, apoyó a sus elites culturales. Al principio, hablaron de antisemitismo, después del holocausto, y al final de la jornada, sus haberes nacionales privatizados fueron comprados por George Soros, Marc Rich y Vladimir Gusinsky, mientras mandaban a sus soldados a matar iraquíes en Faluja.
El tema del antisemitismo no se refiere a los judíos: es la ideología dominante de la Pax americana. El cubano que habla de antisemitismo le está asfaltando la carretera de regreso a su isla a los herederos triunfales de Meyer Lansky. Tú, Lisandro, te fuiste de Cuba por un tiempo como emigrado político, y después volviste porque entendiste los sofismas de las campañas mediáticas de Occidente, y dijiste : “De lejos, se ve mejor cómo son las cosas : las cosas pequeñas se ven pequeñas, y las grandes grandes”.
¿Acaso has vuelto a cambiar de parecer? ¿ Es que deseas que tu patria se convierta en otra Haití o Guatemala, un burdel flotante “off shore” para Miami? Tengo una visión de peluqueros y masajistas haciendo de mecánicos, y putas soñando con el Norte y el post-castrismo, intelectuales que venden tabacos de contrabando… Date una vuelta por las antiguas repúblicas soviéticas, y verás en qué termina la carretera que empieza con los sermones sobre antisemitismo. Si no te preocupa más de la cuenta el destino de trabajadores y campesinos, y sólo te preocupa la suerte de los intelectuales, te enterarás de que estos países empobrecidos, los escritores y directores de cine no pueden sobrevivir si no es con garantías de la Soros Corporation…. Para los intelectuales, la vida en los países socialistas es mucho más suave que para sus hermanos en el Tercer Mundo privatizado. En vez de llamarte “disidente” allí te llamarán terrorista. Una equivocada preocupación por los intereses de Meyer Lansky y Mort Zuckerman, Bernard-Henri Levy o el sionista cubano Jacobo Machover, y por los demás amigos de Ariel Sharon y Simón Peres le abrirá el camino a un nuevo Batista en tu isla, si algunos barbudos rejuvenecidos no les dan un parón. Ya llegará el momento, más temprano que tarde, en que el imperio norteamericano será derrotado y desmantelado, y con él, desaparecerá de raíz el tema paranoide del antisemitismo. Entonces vivirán en paz y armonía los descendientes los judíos con los descendientes de hidalgos españoles, “rednekcs” blancos del note y fellahin palestinos. Tu tarea, Lisandro, y la de los intelectuales cubanos es la de llevar el buen buque de la Cuba independiente y socialista al puerto seguro del futuro. Para esto, ¡aléjate, por Dios, de los escollos sionistas!
Nota de la traductora : Lisandro, no te hagas ilusiones : de Francia ya los Estados Unidos están llevándose a los graduados universitarios, además de otras maniobras para tercermundizar a Francia; y eso que Francia es un bastión del sionismo, con infinidad de instituciones, publicaciones etc. ¿Acaso te imaginas que los sionistas van a proteger a tu pueblo si tú los proteges a ellos? ¿ No sabes que han destrozado a Argentina, su base principal en América latina? También con una Cuba desprotegida se ensañarán. Recuerda, Lisandro, que tu país fue el único en toda América, que se opuso a la creación del estado judío en Palestina, en 1947, y que tu actual gobierno es el único que ha mantenido un apoyo coherente a los legítimos intereses palestinos, desde 1959. ¡No te dejes engañar por el más burdo de los argumentos de la propaganda sionista mundializada! María Poumier.